27, septiembre 2016 - 10:12
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Son muchas las figuras icónicas que han marcado el futbol mexicano y dejaron un legado que perdura hasta hoy. Uno de esos personajes, que se mantiene todavía vigente, es Ricardo Antonio La Volpe, quien recientemente asumió la dirección técnica de América, en pleno semestre del Centenario del equipo.
En una amena charla con ESTO, el estratega argentino reconoció las ganas que tiene de ser campeón con las Águilas, pese a haber conseguido muchas de sus metas profesionales en su carrera, lo cual a estas alturas lo tiene satisfecho consigo mismo y su trabajo.
“El haber asumido ser técnico de América es porque quiero ser campeón”, expresó al Diario de los Deportistas, en las instalaciones del Nido. “No porque haya estado en Atlante cuatro años con un solo campeonato o cuatro años con Atlas, en donde tuve dos semifinales y una final sin ganar el título que perdí por penales en cancha de Toluca”, manifestó y abundó que “el técnico tiene que asumir la responsabilidad, y todo entrenador quiere salir campeón, ese es todavía el reto que tengo”, añadió. “Si me dices si estoy conforme con lo que logré, diría que sí. La meta de todo técnico la cumplí”.
Hombre de orgullo y fortaleza, el “Bigotón” no escondió su hambre de conquistar la Liga MX con las Águilas. En parte para demostrar que sigue vigente, contrario a lo que sus detractores señalaron sobre él. “No me falta nada. Agarré América porque quiero salir campeón. A mí no me dan el campeonato de ascenso de Atlante. Entro a esto porque creen que caduqué y hoy vuelvo a estar en América. Ese es el halago y orgullo que tengo. Cuando muchos hablan y te tiran, qué envidia tienen que estoy acá otra vez. Eso es lo que me gusta”, aseveró.
La pasión que La Volpe profesa por el futbol no es asunto menor, ya que ese mismo sentimiento lo tiene con las ganas de trascender y transmitir sus conocimientos a sus dirigidos. Es por eso que reconoció que “estoy porque me encanta el futbol”, lo que resulta motivo suficiente para no alejarse de las canchas.
“Estoy porque me encanta el futbol. Estoy porque me gusta, porque tengo pasión por el futbol. El día que yo no tenga ganas de entrenar, me quedo en mi casa”, sentenció.
MÁS ALLÁ DE LAS ESTADÍSTICAS
Lejos de la frialdad de los números, el registro de títulos ganados y lo que dictan las tablas con datos, Ricardo Antonio La Volpe ha conseguido dejar huella en el futbol mexicano.
Y es que no sólo su estilo de juego que dejó escuela ha sido la marca del argentino. Hoy puede presumir haber sido uno de los primeros entrenadores que, sin dirigir a Chivas, depositó su entera confianza en una plantilla de jugadores nacidos en México.
“Hay un solo técnico en México, y es lo que les duele cuando lo digo, que se la jugó con puros mexicanos, que no fue Chivas, y ese fue Ángeles de Puebla. Jugamos con puros mexicanos. Yo soy único, porque me la jugué con nacionales y terminamos a media tabla, no hubo problemas de descenso. El equipo se vendió y se transformó en Santos”, recordó orgulloso el “Bigotón”.
En ese entonces, los Ángeles debutaron en la Liga frente a Chivas y ganaron 3-2. En su equipo alinearon: Eduardo Fernández; Guadalupe Díaz, Rafael Jurado, Rafael Loredo, José Rodríguez; Alfonso Rubio, Arturo Castañón, Rogelio Patiño, Martín Reyna (José Luis Martínez); Miguel Ángel Gómez (Arturo Avilés) y Miguel Ángel Casanova. Todos nacidos en territorio mexicano.
EL MENSAJE DE RICARDO A LA AFICIÓN
De manera frontal, como él es, con sus característicos ademanes y sin miramientos, Ricardo La Volpe aprovechó para dirigirse al americanismo, del cual se refirió como una afición exigente durante su presentación como técnico en Coapa. El motivo fue hacer una petición en la que solicitó el apoyo de sus seguidores durante cada uno de los partidos, en los que espera que sea hasta el final de los 90 minutos cuando se brinde el aplauso o el abucheo, no antes.
“Fui jugador y lo que el jugador quiere en los 90 minutos es apoyo. El incentivo, más allá de si el equipo juega bien o juega mal. Necesita de ese apoyo”, comentó, y agregó que “hay hinchadas que hacen diferencia y entendieron eso. Hay que hacer entender al aficionado que esos 90 minutos el incentivo para el jugador es importantísimo. Si al término del partido, se perdió, chiflen y abucheen, pero cuando termine el partido”, expresó, y abundó más al aceptar que “yo pediría que los 90 minutos sufran y sean como el jugador, 90 minutos por ganar ese partido, 90 minutos con ese aliento, con el ‘sí se puede’, ‘vamos América’. Si no se pudo, chiflar y abuchear, pero ¿para qué en el transcurso del partido, cuando todavía se puede? Si juegan mal, terminando el juego viene la silbatina, yo no protejo eso, pero en los 90 minutos pido, por favor, el apoyo total”, sentenció.
ENTIENDE LA EXIGENCIA
Para continuar con el tema de la afición, La Volpe destacó que América tiene una responsabilidad mayor al buscar ser campeón en la Liga, ya que es un equipo de convocatoria nacional y “vayas donde vayas hay americanistas”, lo cual lo diferencia de algunos otros equipos.
“Vayas a donde vayas hay americanistas. Ahí sí tengo que decir que está separado de los demás”, dijo, mientras reconoció que “América todos los años tiene que ser campeón. Es de los equipos que se quiere coronar todos los años y si no peleas el campeonato estás fuera. Es un equipo grande. Es de los equipos de cada país con muy alta responsabilidad. La diferencia entre América y otros equipos es que su historia hace diferencia”, concluyó.
UN PENDIENTE EN SU CARRERA
La trayectoria de Ricardo La Volpe como entrenador bien podría resultar envidiable. En su haber cuenta con participaciones en Mundial, Copa América, Copa Confederaciones, Juegos Olímpicos, Copa Libertadores, entre otras competencias.
Ahora, a su llegada al América, tendrá la oportunidad de dirigir un Mundial de Clubes en diciembre, lo cual ve con buenos ojos, ya que sumará a su vasta experiencia.
“Me falta el Mundial de Clubes. Pero ya cumplí todas. Gracias a Dios que sigo con hambre de salir campeón”, remató.
Cabe recordar que las Águilas ya conocen cuál será su camino en su regreso a Japón, en donde debutarán el 11 de diciembre en Osaka frente al campeón de Asia.
DE SILVIO ROMERO
A su arribo a Coapa, Ricardo La Volpe se encontró con caras conocidas de jugadores que dirigió en su paso por otros equipos. Uno de ellos es Silvio Romero, del que recordó la plática que tuvo con él cuando estuvo en Chiapas y de quien espera que demuestre por qué lo fichó América.
“A Silvio Romero, cuando llegué a Chiapas, le pregunté por qué no tenía una fluidez futbolística de jugar y jugar. Había hecho un solo gol. Él tiene que demostrar por qué es contratado. En este equipo va a ser más difícil, porque no tendrá los espacios que tiene un equipo como Jaguares”, comentó.
Aunado a esto, el “Bigotón” desestimó que sea una ventaja para él tener a ex elementos suyos con las Águilas, como el caso del propio Romero, Osvaldo Martínez y José Daniel “Chepe” Guerrero, ya que a decir suyo, esto sólo le facilita el acercamiento a ellos, pero tiene que identificar el cien por ciento de su plantel.
“Yo tengo que conocer el plantel integro de este equipo y quiénes son los mejores en cada posición. Tratar de no equivocarme con quien brilla en cada zona”, reconoció. “La ventaja es que puedo dialogar con ellos (sus ex jugadores), porque tengo una amistad”, manifestó, y añadió que “todos ellos son grandes jugadores y por eso están en América, por eso los contratan, son elementos de Selección. Eso te permite que, al tener eso, puedas juntarlo para que la palabra ‘equipo’ sea funcional. El trabajo colectivo”, resaltó.
LOS NOMBRES NO IMPORTAN
Sin dar tanto peso a las individualidades, el entrenador pampero pidió priorizar la labor colectiva, por lo que compartió que le dijo a sus pupilos que lo de menos es el apellido, ya que lo verdaderamente importante es el equipo en sí.
“Yo les dije que no importan los apellidos. Si lo vemos por ese lado, no vamos a formar un equipo”, sentenció.
EN COAPA, EL “BIGOTÓN” ENCONTRÓ
Cuando La Volpe asumió como técnico de América, no se encontró un equipo sumergido en una crisis. Sin embargo, los resultados no eran completamente los deseados por directiva y afición, principalmente en el sentido de los partidos jugados en el estadio Azteca.
Es por eso que el hoy timonel de las Águilas reconoció que se encontró con un vestidor presionado por los partidos consecutivos sin ganar en casa y las sensaciones experimentadas a raíz de eso.
“Estaba presionado (el plantel). Es un equipo que venía en cuatro fechas con un empate y tres perdidos de local. Es un golpe fuerte. No solamente por eso no está Ambriz, también lo es para los jugadores”, expresó, mientras agregó que los miembros de la plantilla “analizan el partido de Tigres, de Chivas, después una hazaña de 45 minutos, porque habrán analizado que Cruz Azul fue superior el primer tiempo ampliamente, luego le echaron un jugador y hubo una circunstancia que le dio chance a América para tener una ventaja para ir con todo y ganar 4-3. Luego vino el juego contra León, que considero que era para unirse a la hinchada y se vuelve a perder”, expuso.
Al ponerse en los pies de sus dirigidos, La Volpe vio normal que existiera presión, más al tomar en cuenta un cambio de técnico previo a disputar el Clásico capitalino.“Si me pongo en la cabeza de ellos, sin equivocarme, hay una presión. Luego llego yo, antes de un Clásico contra Pumas”, sentenció.
Pese a esto, Ricardo Antonio destacó la calidad que vio en el plantel, misma que lo animó a asumir este nuevo reto en su carrera como entrenador.
“Asumí, porque analicé el equipo que tiene América, uno muy bueno, para pelear el campeonato. Nadie te regala nada. El futbol en México es muy fuerte y parejo, no es como hace 15 o 20 años atrás. Es un reto que América quede entre los ocho primeros y pelear el campeonato, que es lo que me va a exigir la directiva”, concluyó.
UN TÉCNICO
En el ambiente del futbol es muy común que jugadores y técnicos tengan cábalas. Pisar con el pie derecho al ingresar a la cancha, persignarse antes de empezar el partido, utilizar una camiseta en particular, entre muchas otras.
Uno de los personajes más cabaleros de nuestro futbol es Ricardo La Volpe, quien anteriormente ha hecho gala de esto con corbatas de dragón, o bien, con su gusto por salir un poco tarde a la cancha para no tener el saludo con el técnico rival.
En su caso, esto traspasa las canchas, ya que se le puede ver usualmente con pulseras y otros elementos que habitualmente utiliza. Sin duda, totalmente cabalero.