GRAPEVINE, Texas.- Unas 500 personas se arremolinaron en torno a Saúl “Canelo” Álvarez, quien repartió autógrafos durante cerca de tres cuartos de hora en la tarde del miércoles, muy cerca del ring donde iba a ofrecer una práctica abierta al publico, misma que canceló al decir al micrófono que “había entrenado por la mañana”.

La fiesta fue ambientada por la tradicional música del mariachi, dentro de las instalaciones del anchuroso y lujoso hotel Gaylord Grapevine de esta ciudad, muy cercana a Arlington, donde el sábado buscará derrocar al invicto británico Liam Smith como campeón mundial superwelter de la WBO, en el súper estadio de los Cowboys, ahora llamado AT&T Stadium.

Además de ser escoltado por sus mentores, Chepo y Eddy Reynoso, el ídolo de Jalisco llegó acompañado por Óscar de la Hoya, dueño de Golden Boy Promotions, y Éric Gómez, presidente de dicha compañía.

En este momento el “Canelo” no posee ninguna faja, ya que renunció a la de peso medio del WBC que le arrebató a Miguel Cotto, para dar tiempo a que su megacombate contra Gennady “GGG” Golovkin despierte el máximo interés posible. Todo apunta a que ese choque de colosos tendrá efecto en septiembre de 2017, en el mismo campo de los Cowboys o en Las Vegas, en la T-Mobile Arena que Álvarez inauguró con un salvaje nocaut en cinco rounds contra el británico Amir “King” Khan el pasado 7 de mayo.

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Saúl manifestó su felicidad por el cálido recibimiento y complació a Hebert, un niño de tres años con parálisis cerebral que deseaba conocerlo, al ir a darle un abrazo e intercambiar palabras con él.

Chepo Reynoso aceptó que, “como todo boxeador, ‘Canelo’ sufre para dar el peso (límite de 154 libras)”, pero indicó que todo está cuidadosamente planeado para que el viernes cumpla en la báscula con el registro reglamentario.

“NO HAY PELEA”

Joe Gallagher, el manejador de Liam Smith, advirtió durante el entrenamiento que el campeón superwelter hizo para los fans en el mismo lugar, antes del arribo del “Canelo” -obviamente, no había tantas personas-, que si el mexicano no marca 154 libras, “no habrá combate”. El inglés amenazó con que no aceptarán arreglo alguno y que exigirían a Golden Boy Promotions la paga que tiene estipulada, como si hubiese defendido su corona.

Liam Smith ha mostrado ser buen golpeador al cuerpo. El apodado “Beefy” Smith, nacido hace 28 años en Liverpool, Inglaterra, exhibe 23 -1, 13 nocauts y un empate.

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Saúl Álvarez, de 26 años, tiene 47-1, 33 por la vía rápida y un tablas.

El equipo del “Canelo”, y esto incluye por supuesto a GBP, ha decidido que la del sábado será su última contienda en 154 libras. Si todo sale bien para él, contra Smith, el muchacho formado en el gimnasio de los Reynoso, en Guadalajara, podría presentarse en diciembre en el célebre escenario del Garden de Nueva York, en un peso entre 157 y 158 libras, contra un enemigo no designado áun. Para la Primavera de 2017 se contempla que dispute el cetro mediano de la WBO al británico de ascendencia gitana Billy Joe Saunders.

GRAN ENTRADA

Las expectativas en cuanto a asistencia para “Canelo” vs. Smith son amplias, dada su extraordinaria popularidad en el estado de la Estrella Solitaria. Después de que, según resaltó De la Hoya, metió a 45 mil espectadores en el Alamodome de San Antonio contra Austin Trout y a más de 33 mil en el Minute Maid de Houston, contra James Kirkland, sorprenderá con una entrada histórica en el estadio de los Cowboys, contra Smith.