FOTOS: ÉRIK ESTRELLA
ENVIADO ESPECIAL

QUERÉTARO.- Querétaro no quiso ganar. El equipo de Víctor Manuel Vucetich tuvo más de una oportunidad para tener la ventaja en el marcador y cuando la tuvo, no logró controlar el juego ante el vértigo de Pachuca, que logró darle la vuelta para llevarse los tres puntos del Corregidora, con un par de tantos de Ariel Nahuelpán, cuando antes “Tito” Villa puso arriba a los de casa.

EL PARTIDO
Los Tuzos, por su parte, ligaron dos victorias en este nuevo torneo bajo el mando de Diego Alonso, quien en el anterior logró dejar un buen sabor en su presentación como estratega en México, y ahora parece haberle dado en el clavo para mantener el ritmo y dinámica del equipo.
Emanuel Villa volvió a aparecer en el marcador para los queretanos para abrir el camino del gol a los locales, apenas a los 15 minutos. Esta anotación le dio ánimo a los de casa que se volcaron al frente para evitar que hubiera una reacción de los hidalguenses, quienes ya amenazaban con despertar, después de esos primeros minutos, cuando cayeron en algunas imprecisiones que permitieron al cuadro local acercarse mucho a la portería del “Conejo” Pérez.
Todavía al minuto 24, los locales tuvieron la oportunidad de incrementar la ventaja con un cabezazo de Osuna en balón parado, pero el árbitro señaló fuera de lugar y el tanto del mediocampista fue invalidado.
Ese señalamiento fue un respiro para el Pachuca. A partir de ese momento, fue como si les hubieran inyectado adrenalina y comenzaron a maquinar la reacción, que les permitió igualar el marcador antes de que viniera el descanso del medio tiempo. Y éste se presentó en los botines de Ariel Nahuelpán, de penalti.
Tras reanudarse las acciones en el complemento, Nahuelpán aumentó la ventaja a 1-2, perfilando al Pachuca a la victoria.
Vucetich realizó modificaciones para buscar la igualada y algo más, pero aunque sus jugadores estuvieron cerca de lograrla en un par de ocasiones, ya no fueron lo contundentes que quisiera su público y comenzaron a llenarse de frustración. La tristeza y la desesperación se acumuló en toda la Corregidora conforme se acercaba el final de un partido, en el que los de casa habían comenzado ganando, pero la determinación de los Tuzos fue tal, que les permitió no solamente darle la vuelta al marcador, sino controlar las emociones hasta el final para sellar la victoria.