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Mira

9, julio 2015 - 22:42

┃ María Vega

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POR LUIS GARCÍA OLIVO
FOTOS JORGE BARRERA
ENVIADOS ESPECIALES

CHICAGO.-México hizo suya la goleada, cumplió lo presupuestado y liberó una válvula de presión, toda vez que no convencían en funcionamiento y mucho menos en resultados, por lo que a Cuba le tocó pagar los platos rotos y se llevó una goleada de media docena en lo que fue el inicio del Tricolor en su aventura dorada.
Un hat trick de Oribe, quien pudo haber marcado más, uno de Guardado, otro de Giovani y uno más de Carlos Vela redondearon la actuación mexicana frente a un equipo amateur, que desde antes de comenzar ya perdía por sus bajas y desertores.
No obstante, México se reencontró con el sabor de la victoria luego de siete duelos, en donde con este resultado da para ilusionar, pero a la vez, afrontar el torneo con los pies en la tierra, pues no se apiadó de un equipo que el futbol no es lo suyo y menos dio para exigirlos, por lo que tampoco será bueno echar las campanas al vuelo, pues lo bueno está por venir y la próxima cita será el domingo en la ciudad de Phoenix frente a Guatemala.

EL JUEGO
Diecisiete minutos bastaron para que México cumpliera los protocolos e iniciara con una zarandeada del tamaño de la isla su participación en la Copa Oro.
Todo salió de maravilla, salvo la molestia de José Juan Vázquez que le impidió arrancar, pero para la fortuna de Antonio Ríos fue que ya le tocó ver participación. En la cancha un solo equipo, el mexicano, que no encontró un contrincante que metiera las manos y mucho menos los pies o la cabeza para implementar una estrategia.
Los cubanos exhibieron sus enormes carencias pese aguantar lo más que pudieron al Tricolor. Dieciséis hombres, un desertor sin paradero y un auxiliar técnico con poca idea, tenían la encomienda de frenar a los del “Piojo”, aunque al minuto 17 no pudieron más.
Así que un México cómodo, con un control absoluto de la cancha y pelota dominada comenzó a mover sus hilos en busca de cumplir los pronósticos. La insistencia por poco provocó un autogol cubano, para enseguida prender las alarmas con una mala caída de Jonathan dos Santos.
Sin embargo, inmediatamente ese trago amargo finalizó con el estallido de gol en la persona de Oribe Peralta, quien solamente cruzó con un disparo, luego de que un isleño hiciera hasta lo imposible para detener.
Enseguida Carlos Vela aprovechó una pelota que quedó en el área y el “Bombardero” aplicó la misma técnica del “Cepillo” al cruzar. El del Real Sociedad se reencontró con el gol y con la afición mexicana en un torneo oficial, luego de Sudáfrica 2010.
Cuba buscó corregir y quiso frenar con un 5-3-2, en tanto que México no le bajó a su nivel, siguió con la pelota, acorraló al rival y nuevamente Oribe marcó en lo que fue el tercero de la noche.
Del lado contrario, Guillermo Ochoa fue un espectador más, Cuba no llegó y ni indicios mostró, exhibió una vez que más que el futbol no es lo suyo en comparación con el rey de los deportes.
Por si fuera poco, Andrés Guardado le sacó jugo a un gran servicio de Antonio Rios, para de cabeza, definición que no es la suya, concretar la cuarta anotación. Eran 45 minutos y México ya se había echado los tres puntos en la bolsa contra un cuadro amateur y con diferencias abismales.
En la zona técnica el “Piojo” se regodeó pese a la disparidad, visiblemente México le bajó a la revolución y se dedicó a “cascarear”, pues la situación ya estaba resuelta, oportunidad para Gio que ingresó por Jona y a los dos no se les dio jugar juntos.
Enseguida Oribe hizo su hat trick, pero eso fue poco, pues falló más de las que concretó. Ya con el 5-0, Vela tocó su última pelota a Gio, quien concretó, pero a la hora de festejar el abanderado lo anuló.
No importó pues minutos más tarde y precedido de un largo servicio, el mayor de los Dos Santos ahora sí convirtió sin marca arbitral. Herrera no mostró ni un sobresalto y a la cancha mandó al “Tecatito” y Esquivel para verlos de cara al duelo contra Guatemala, mientras que les dio descanso a Guardado y Vela, pues la tarea ya estaba hecha.
Con el resultado fraguado, México cumplió sin exigencia alguna, no tuvo sobresaltos y desde el comienzo del Torneo se adueña de la cima del grupo C en donde Trinidad y Tobago será su más probable acompañante a la siguiente fase.

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