CARSON, Calif.- No se sabe si el veteranísimo réferi Pat Russell le robó el nocaut a Jessie Vargas al detener su pelea con Timothy Bradley cuando faltaban siete segundos de acción, en el duodécimo y último round; sin embargo, su actuación desató de inmediato una terrible confusión, al grado de que Jessie y su equipo festejaron la conquista del vacante cinto mundial welter de la OMB y poco después sufrieron una tremenda decepción al anunciarse que no era así, y que oficialmente Timothy era el vencedor por decisión unánime, la noche del sábado en el StubHub Center.
En los últimos segundos del episodio postrero, Vargas descargó potente golpe de derecha a la quijada de Bradley, quien trastabilló visiblemente lastimado y huyó en reversa, para luego amarrar a su atacante. El réferi Russell entró a separarlos y cuando Vargas se lanzaba por el nocaut, a siete segundos del final, suspendió el combate.
Luego de consultas del árbitro con comisionados de Nevada, se anunció que “Russell anticipó el final del round y pidió las tarjetas”, que resultaron a favor de Bradley: Kenny Bayless, 115-112; Max DeLuca, 116-112, y Rocky Young, 117-111.
Antes del suceso narrado, Bradley había mostrado clara superioridad sobre Vargas, pero quedó la duda de si habría resistido la última embestida de Jessie al encontrarse en condiciones tan deplorables.
Lo acontecido en Carson hizo rememorar aquella increíble victoria de JC Chávez sobre Meldrick Taylor, a quien el sonorense noqueó técnicamente a unos segundos del gong postrero de su primer combate. En tal ocasión, el réferi Richard Steele detuvo las acciones por considerar que Taylor podía sufrir un daño mucho mayor, sin importarle que la campana estaba por sonar. (Foto: Chris Farina/Top Rank)