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Mira

25, abril 2015 - 11:39

┃ María Vega

cro-futi-barcelona-espanyol

POR JOSÉ ANGEL RUEDA/ESTO en Línea

El Barcelona se aferra a una premisa: solo por hoy. Ante los partidos complicados y las visitas trampa, los de Luis Enrique han decidido llevar un estilo de vida al límite, solventar lo necesario y a seguir. Messi y Neymar, con un gol cada uno, definieron el Derbi catalán antes de la media hora, para después, más con oficio que con otra cosa, controlar el partido y ahora sí, pensar en lo que viene.

El inicio, ya se sabe, fue rápido y contundente por parte de los blaugranas. Existe una tendencia clara en el Barcelona de Luis Enrique a querer liquidar los partidos desde los primeros minutos, para después, dedicarse a tocar el balón y dejar pasar el tiempo. Messi, quien, con el paso de los años ha ido probando posiciones en ataque y en todas rinde igual, generó el futbol desde la media punta y cuando el 10 encuentra el espacio es prácticamente imparable.

El argentino se dio el lujo de ensayar el pase que, en unos minutos, habría de ser fundamental. Un toque que poco a poco se ha convertido en su especialidad. Desde la punta derecha lanza dardos envenenados en diagonal que casi siempre encuentran a Neymar o Suárez. Así, con ese toque, el Barcelona estuvo a punto de marcar en dos ocasiones, sin embargo, Kiko Casilla salvó en el fondo.

Velocidad y precisión hicieron de la primera media hora culé un monólogo maravilloso, el Espanyol, bien replegado atrás, corría por el campo sin siquiera tocar el esférico. Cuando los espacios parecían cerrados, Messi vio la subida de Jordi Alba y mandó el pase como con la mano, el lateral centró de primera a la llegada de Suárez, quien, de manera magistral dejó pasar el balón para que Neymar simplemente la empujara.
Con el marcador a su favor, el Barcelona se dedicó a desesperar al rival con posesiones largas. El Espanyol, sin mucha intensidad, buscaba con pelotazos inquietar a Bravo, sin embargo, los Periquitos, poco pudieron hacer.

El Barcelona de estos días es un equipo camaleónico, en la delantera nada es lo que parece, lo mismo un día Suárez es un gran goleador, como al otro es el mejor asistente del equipo. Lo impredecible cuenta en el futbol. La sorpresa, cuando se ejecuta bien, es un arma letal. El uruguayo, apoyado en la sorpresa, precisamente, encontró un balón dentro del área y tocó para que Messi marcara el segundo y mandara el partido al descanso con un marcador más que favorable.

El Espanyol, es cierto, recordó para la segunda mitad que estaba jugando un Clásico y entonces tiro de orgullo, adelantó líneas y complicó la salida de los culés. Sin embargo, poco peligro pudo generar. Jordi Alba fue tal vez quien le metió más suspenso al partido, al irse expulsado por reclamos al árbitro cuando no eran necesarios.

L a situación cambió poco con un hombre menos. El Espanyol no supo, o no pudo general peligro, tampoco el Barcelona supo cerrar el partido. Neymar, siempre a pases de un Suárez gigantesco, se perdió el tercero en varias ocasiones. Messi también estuvo cerca, sin embargo, Moreno, atento en el fondo, evitó que el daño fuera mayor.

Precisamente el mexicano, a pocos minutos del final, también se fue expulsado por reclamos al silbante y así se terminó el partido. El Barcelona se lleva una importante victoria de un campo históricamente complicado. Mantiene la ventaja sobre el Real Madrid y queda en espera de un cierre apasionante. Lo dicho, la filosofía del los culés es clara, solo por hoy. Y hoy se han llevado los tres puntos.

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