POR HORACIO SOTO CASTRO

DIEGO Silveti viajará el próximo marzo a España con miras a prepararse para su temporada por la Península Ibérica que se calcula será conformada por 15 corridas, dominando las principales ferias y en buenos carteles.

Prácticamente Diego Silveti ya está enlistado para la feria de San Isidro y solamente falta saber la fecha y el cartel en que actuará en mayo venidero. Esta será su quinta feria consecutiva en San Isidro en la plaza de Las Ventas de Madrid, dos de novillero, tres de matador con la de este año y al parecer ningún torero mexicano lo ha tenido. Posiblemente alguien o algunos han toreado más ferias isidriles, pero alternativamente no en forma consecutiva como Diego Silveti, quien ha cortado una oreja y dado una vuelta.

Su apoderado José María Garzón ha estado muy activo hablando con los empresarios allende el mar y le tiene dos corridas para Francia y las demás en España, sin estar en la Feria de Sevilla, donde todavía la situación está un tanto complicada con las figuras quienes están en negociaciones con la empresa de la Real Maestranza de Caballería.

Aquí en México tiene para el 15 de febrero en Jalostotitlán, el 17 en Autlán de la Grana y el 22 en Guadalajara, quedando pendiente Mérida, Irapuato, Salamanca y Aguascalientes. Y como en otras ocasiones alternará sus campañas entre los dos países.

En sus cuatro corridas que tuvo este año en cosos mexicanos Moroleón, Querétaro, León y Plaza México cortó cuatro orejas, menos en León.

IMPERDONABLE

Diego Silveti no acaba de digerir haber perdido orejas y con ello dejar escapar los triunfos por fallar con la espada, cuando los venía matando con bastante regularidad.

“Desde luego es imperdonable esa situación -dijo muy serio Silveti-. Creo que me precipité, me venció el corazón no la cabeza. Ya sentía que tenía el triunfo en la mano y no me tranquilicé. En esos momentos hay que estar muy concentrado y con las ideas muy claras. En otras palabras hay que tener la cabeza fría y el corazón caliente”.

Pero esos sucesos se ven en la Plaza México y en otros escenarios, pues como dicen no se tiran a pinchar sino a matar y la verdad, Diego señaló los pinchazos en todo lo alto, que no encontró los blandos es otra cosa, pero al hallar hueso a los aficionados se les derrumbaron las muestras festivas que tenían en boca para vitorear a Diego, pero luego de las faenas las palabras negativas en todos sentidos se convirtieron en gritos consagratorios de ¡torero…!, ¡torero… !

Sin pecar de humildad el diestro de dinastía expresó que estaba contento, feliz por lo realizado en la Plaza México, pero que sólo fue un esbozo del toreo que desea hacer “la tarde sublime aún está latente”, pues sus aspiraciones no tienen techo.

“ Lo de ayer no son las faenas importantes que he realizado siempre de gran responsabilidad en la Plaza México pues están las que corté el rabo y la de dos orejas con salida a hombros. Las de ayer (el domingo) fueron intensas, bien estructuradas, toreando con la verdad, exponiendo y eso hace vibrar a la gente. Fueron faenas muy importantes en mi carrera que causaron gran impacto en el público asistente. Pero me falta mucho camino que recorrer, pues apenas tengo tres años de matador de toros”.

En el coso capitalino ha toreado 12 corridas con corte de siete orejas y un rabo. Y en esta temporada tres tardes.

Las faenas que cuajó Silveti fueron distintas y distintos fueron los toros. Una de temple y arte y otra riñonuda y “esos gritos de torero…. torero… no los olvidaré fueron especiales”.

Hasta el momento no recuerdan los aficionados que un diestro haya hilvanado cinco dosantinas seguidas y las bernardinas no han calado tanto como las que realizó.

Y como punto final reiteró Diego que ha sido un esbozo del toreo desea hacer faenas con mucho fondo, con hondura y de impacto, pero sobre todo con verdad.