POR GUILLERMO MARTÍNEZ G.

ERA una niña que corría detrás de otros jóvenes durante sus entrenamientos.

Ella solo se divertía, sin saber que poco a poco iba amoldando sus pasos hacia las pruebas del atletismo.

Por lo que ahora, clasificada a los Juegos Panamericanos, hace un recuento de su vida en el deporte. Esto es algo de Cristina Guevara, la medio fondista que corre los 800 y 1,500 metros.

“Estoy comenzando el 2015 con el pie derecho, con mucha salud y sin lesiones, que es lo que un deportista siempre pide, cuida y trata de evitar. Contenta con el pase a Toronto”.

Con deseos de dar la marca para el Campeonato del mundo.

“Por eso este año será muy importante para mi carrera deportiva. Aquí, el trabajo de muchos años tendrá que verse reflejado, con objetivos claros, firmes, y decidida a todo lo que venga. Quiero llegar al máximo en las competencias”.
Sobre sus inicios en el atletismo, Cris comentó:.

“Fue desde hace 16 años y de manera voluntaria. Esto al estar todos los días en el campo de trabajo de mis padres, quienes son entrenadores de atletismo y en ese tiempo Profesores de Educación Física. Fue al ver correr a los alumnos, ya que hacía lo mismo detrás de ellos. Imitando todos los ejercicios o movimientos que ejecutaban en ese momento”-

Es así como llegó a su primera competencia.

“Fue una carrera de 75 metros, donde las niñas no eran de mi edad y además no tenia el entrenamiento para competir. Pero me aferraba a participar. Obviamente, quedé en ultimo lugar y muy rezagada. Pero recuerdo que al salir de la pista, en lugar de sentirme decepcionada o desanimada por el resultado a mi corta edad –10 años-, me di cuenta que eso era lo que quería; volver a competir para un día regresar y ganarle a las todas niñas”.

Posteriormente, fue parte del proceso de Olimpiada Nacional, donde al ganar las competencias, se ganó su boleto para representar a México en eventos juveniles internacionales.

“Siempre me sentí orgullosa de competir, pero al pararme en un escenario de un Mundial Juvenil (en 2006), me cambió la visión, la mentalidad para emprender un camino que sabía que podía ser un poco largo, pero siempre con el optimismo de que se puede llegar”.
Así fue creciendo Cristina Guevara, con sus altas y sus bajas. Con lesiones, obstáculos que para ella son naturales, porque desde pequeña vio a otros atletas lesionarse.

“Hoy, 27 años recién cumplidos, soy una mujer con más seguridad y confianza del trabajo que se está haciendo. Me encuentro lista para dar un paso fuerte, dando lo mejor de mí. De esta mujer que de niña, sólo quería correr detrás de las demás, sin pensar que eso cambiaría mi vida y mi forma de pensar” finalizó.