27, julio 2016 - 23:22
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En el ring, Sharlie Rockstar es un hombre despiadado y cada oportunidad la aprovecha al máximo. Ya había trabajado para el CMLL y ahí consiguió la cabellera del Negro Casas, lucha que guarda como el encuentro más memorable que ha tenido, pues le ganó a un grande de la lucha libre.
Sharlie ha regresado con la empresa Liga Elite dispuesto a conquistar al público conocedor. El pasado viernes se unió junto con Golden Magic y Súper Crazy, el cual tuvo fuertes diferencias con Rey Bucanero; y este último lo retó a una lucha de cabellera contra cabellera, por lo que el integrante del equipo Elite dijo que este viernes en la Arena México se sacarán la espinita, pues les han preparado una sorpresa e invitó a sus seguidores para que acudan a la catedral y los apoyen. Así lo dio a conocer en su visita a ESTO y en una amena charla con Rosalinda Coronado, subdirectora del periódico.
“La Arena México es la vitrina de los inmortales” afirmó y continuó: “y lo sé desde que tengo uso de razón. Mi padre era aficionado a las luchas. Íbamos a la arena San Juan, pero me gustaba más la Arena México; ahora entiendo que nos quedaba lejos” recordó el luchador. Compartió algunos recuerdos como su primer pago por luchar que fue de $5.00. Agregó que a la edad de 15 años luchó en una arena donde improvisaron un ring de lucha. El cuadrilátero estaba hecho a base de vigas de construcción, sostenido por polines y no por postes. En lugar de cuerdas, tenían lazos y a manera de lona, una alfombra cubría su ring.
Por otra parte dijo que pertenecer y trabajar para el Consejo Mundial de Lucha Libre es muy difícil; ya que son muy estrictos en sus horarios de entrenamientos y en citas. Al cuestionarlo ¿Qué se necesita para conquistar la arena? Respondió: “conocimientos y agradarle a la gente y por cierto, no sé cómo me los gané”.
Desde chico tuvo predilección por el rock, de ahí viene su nombre; aunque al pasar los años, gusta de otros géneros. Y también desde su infancia nació el gusto por la lucha libre y el futbol; aunque su padre lo apoyó para que se hiciera luchador; carrera que ama, ya que le ha dado la oportunidad de conocer muchos lugares de México, Japón, Estados Unidos, Canadá y Centroamérica.
En su tiempo libre da clases de lucha libre en el Gimnasio Starman a donde acuden jóvenes de Mixcoac, Glorieta de Vaqueritos, Villa Coapa y otros lugares. En esa amena charla, se le dijo: eso es amor, pero es amor a usted. Aunque tiene una imagen de terror, dijo que muchos niños lo siguen.
Las apariencias engañan y aunque el aspecto del luchador se ve imponente o transmite terror, lo cierto es que muchos niños se sienten atraídos por su imagen. Se declaró contento por la oportunidad de pisar de nueva cuenta la catedral de la lucha libre Mexicana y esta vez, la conquistará.