NI su primer título al frente de las Águilas logró que Nacho Ambriz hablara de más, el técnico azulcrema guardó la compostura, su discurso es el mismo: “No, esto no es para echar cohetes, todavía nos falta la Liga, queremos quedar más arriba en la tabla general, ahorita ya pensamos en Monterrey, va a ser un partido complicado en casa”, indicó el estratega emplumado.

Nacho insistió en no ser efusivo, su éxito no fue para callar bocas: “Yo no vine a ganarme a nadie, vine a trabajar, respeto mucho esta profesión, soy bendecido por dedicarme a esto, fui jugador y ahora entrenador, lo único que he hecho es trabajar, no lo hago para callar bocas, estoy a cargo de grandes jugadores, todos luchan, todos corren, esto que se logro es de todos”, dijo Ambriz.

La nostalgia invadió por un momento al técnico capitalino: “Estoy feliz por esto, este día (ayer) fue el cumpleaños de mi papá”, reveló.

Ambriz no cantó victoria, el pase a Japón ya se logró pero no sabe si será él el que conduzca a las Águilas hasta ese lugar: “No sé si vaya yo al Mundial de Clubes, tal vez no se me dé la posibilidad, esto es de resultados, ya puse mi granito de arena para la revancha en Japón, expresó.

Sobre el abrazo que le dio Peláez al concluir el juego, Ambriz comentó: “Fue un acto de agradecimiento, la directiva siempre confío en mí, este título es para la institución”, cerró. (Javier Juárez)