Con la tecnología de Google Traductor

Mira

18, diciembre 2015 - 0:35

┃ ESTO

Cornada mortal

POR HORACIO SOTO CASTRO

El subalterno Mauricio Martínez Kingston sufrió una cornada mortal, está en peligro su vida. De inmediato fue trasladado al Hospital Mocel para su atención de emergencia.

El percance trágico se registró en el quinto toro del Jueves Taurino en la plaza México, cuando el astado Sangre Nueva, de San Marcos, prácticamente sacó del burladero espectacularmente al subalterno y sin  poder hacerle el quite por su compañeros, el toro volvió a empitonarlo cuando estaba en el burladero y nuevamente lo lanzo por los aires, pero con la cornada mortal, ya que el cuerno se lo clavó en la axila izquierda y según versiones que se escucharon en el callejón el pitón le atravesó el tórax y le llegó al corazón.

Fueron momentos verdaderamente dramáticos pues Mauricio yacía en la arena todo desmadejado, sin conocimiento y de inmediato se lo llevaron a la enfermería para su atención inmediata.

Desde luego fue una cornada grande y grave que presentó profusa hemorragia que atendieron de inmediato para estabilizarlo.

Todo era movimiento en el callejón, hubo varias versiones que pusieron en un grito a los aficionados y a sus compañeros por la magnitud del percance.

Ese toro, de nombre Sangre Nueva, de San Marcos, fue aplaudido de salida por su trapío y por su corte fino, pero lo que traía por dentro no era otra cosa que peligro. Traía el puñal debajo del sarape. Y al final fue pitado en el arrastre.

El astado le correspondió al matador tapatío Xavier Ocampo, quien después de ver el percance su desempeño fue de desconfianza, y con razón, porque el toro era reservón y sólo veía al bulto. Ocampo lo pasó de capa y el picador Moisés López le ejecutó un magnífico puyazo, que no fue lo suficiente para atemperarlo. No había nada que hacer y se tiró a matar dejando una media caída.

 

EL FESTEJO

Se lidió un encierro de la ganadería de San Marcos, compuesto por toros bien presentados, con edad, peso y cornamenta; acudieron a los caballos recargando unos más que otros, pero tuvieron un desempeño indefinido. Toros más que con nobleza fueron toros desrazados, descastados que cambiaron de lidia cuando menos se pensó. Fue un encierro que dejó mucho qué desear.

Los toreros superaron con mucho a los toros, pues estuvieron valientes, tesoneros, buscando el triunfo sin medir consecuencias. Solamente el corrido en cuarto lugar se salvó, pues tuvo recorrido, embestía sin peligro y dejó estar a su victimario.

Se registraron tres salidas al tercio a cargo de Alfonso Hernández “El Pali”, Alfredo Gutiérrez y Christian Ortega, pues Juan Fernando, Xavier Ocampo y Salvador López, aunque estuvieron tesoneros no pudieron redondear sus labores, pero nunca descompusieron la figura y siempre estuvieron en la cara de los toros.

“El Pali” confirmó con el toro Don Nacho, que tuvo poca fuerza y poco peligro, por el lado derecho, porque del izquierdo había que andar con mucho cuidado y se quedaba corto. El tapatío tuvo una meritoria confirmación y saludó en el tercio.

Su padrino, Alfredo Gutiérrez, con Cuatro Generaciones se vio con sitio, tesonero y con muchos deseos de alcanzar el triunfo, y a pesar del mal estilo de su enemigo se lució al torear por gaoneras y chcieulinas. Tuvo pocos pases y se los dio con temple por ambos lados. Nunca descompuso la figura. El toro empezó a quedarse corto y lo lidió adecuadamente, pinchazo y estocada para retirarse entre palmas y salir al tercio.

El regiomotano Juan Fernando no tuvo enemigo al frente, muy aplomado, poca fuerza y siempre tirando a defenderse. El joven regio tampoco le sacó la vuelta y terminó lidiando para abreviar. Pinchazo y estocada para retirarse en silencio.

Christian fue quien realizó lo más destacado de la noche ante un buen toro, al que le hizo una faena completa con capote, cubrió el tercio de banderillas excelentemente y muletazos por ambos lados con temple y largueza. Pinchazo y media caída para saludar en el tercio.

Xavier Ocampo y Salvador López no tuvieron tela de dónde cortar, pero siempre estuvieron insistiendo.

Destacaron los picadores Salomón Aspeitia y Moisés López, César Morales y el banderillero Luis Alcantar.