20, septiembre 2015 - 22:35
nota-toros-emilio
Por Horacio Soto Castro
Fotos de Juan Ramos..
Bastante borroso fue el final de la temporada de novilladas en la plaza México, pues no hay un calificativo definido ya que no hubo corte de orejas, apenas dos salidas al tercio, dos faenas incomprendidas y dos actuaciones que fueron pitadas.
El encierro de Barralva, de aceptable presentación dieron un juego bastante irregular que no permitieron mayor lucimiento de los espadas en turno, a pesar de que llegaron muy dispuestos para el triunfo. Todos acudieron a los caballos y recargaron en los petos, pero llegaron al tercio mortal con poca fuerza, haciendo cosas de mansos y unos perdiendo las manitas que no permitieron que se explayaran los toreros.
Lo mejor de la tarde fue que el clima nos indulto al perdonarnos de la lluvia, que pronto salimos de la plaza y el público que no aflojó en la entrada y tampoco su afición.
TRIUNFADOR
Y sin torear esta última novillada Nicolás Gutiérrez termina como el máximo triunfador de esta campaña con dos apéndices y salida a hombros.
Se puede decir que tanto Diego Emilio como Rafael Serna fueron los triunfadores de la final con salidas al tercio.
LOS QUE SE SALVARON
A Diego Emilio se le vio con mucha determinación y cuajo una faena derechista luciéndose en el toreo e capa por gaoneras en que se llevo fuerte ovación. Inicio su faena en el centro del ruedo con las zapatillas clavadas en la arena con la montera a sus pies. Toreo por alto para seguir con ayudados templados y con largueza, con mando. Larga tanda de ayudados. Intento torear al natural y el astado se negó. el novillo se vino a menos y se acabaron las esperanzas de que llegara el triunfo. Dos pinchazos y estocada, perdiendo cuando menos una oreja. Palmitas al novillo y al tercio de Emilio que se resistía a salir.
El español Rafael Serna con un astado que se dejo más que los demás, aunque no fue tan fácil, se lucio al torear a la verónicas y en quite por chicuelinas y trafalleras con un inicio de muleta con mucha suavidad. Tanda te4mpladas por ambos pitones y remagtadas con el de pecho, intercalando trincherillas y de pecho. Estocada tendida y el novillo tardo en doblar y cuando lo hizo petición de oreja que no se concede y salida al tercio. Se iba a arrancar dando la vuelta y los que lo aplaudieron lo ehcaron para ataras.
LAS INCOMPERNDIDAS
Las faenas incomprendidas fueron las que realizaron Sergio Garza y Javier Castro, a quienes les correspondieron novillos que terminaron con medias arrancadas, pero a base de tesón les sacaron los muletazos con calidad y temple y los asistentes se mostraron un tanto impávidos de lo que estaba sucediendo.
Garza, en lugar de Nicolás Gutiérrez, logro dos faroles de rodillas en el centro del ruedo y siguió con chicuelinas y verónicas y luego quito por tafalleras de buen trazo. Cubrió el tercio de banderillas y dejo bien adornado el morrillo y lo ovacionaron en el tercio. El astado se vino a menos y apenas medias embestidas tirando a defenderse ya que se le coló en dos ocasiones para arrancarle la cabeza. Le sacó uno que otro muletazos. Mal a la hora de matar y escucho un aviso.
A pesar de lo malo del novillo que le tocó a Javier Castro no se desanimo, al contrario le puso doble dosis. También inicio su labor en el centro del ruedo rodillas en tierra para dos largas afaroladas y de pie gaoneras gallardas y quito por tafalleras. el novillo más débil que un suspiro le costaba trabajo dar un una arrancada. Castro le fue sacando los muletazos al ritmo que le marco con temple y aterciopeladas. Y el público no asimiló esa actuación. Pinchazo y estocada y se retiró incomprendidamente en silencio.
LAS PITADAS
A André Lagravere “El Galo”, le tocó un novillo que camino más que sus hermanos y lo desaprovecho lastimosamente. Con el capote sin parar los pies y con la muleta muchos muletazos sin ton ni son entre pitos de la concurrencia y se retiro ente un silencio humillante.
Y cerro el festejo Gerardo Solis que no tuvo fuerza y perdía de constantes las manitas. Le intento sin provecho alguno y cortó por lo sano. Cuando se nublo el firmamento y soplo fuerte el viento sin llevarse lo sucedido.